viernes, 16 de agosto de 2013

JOSE ANGEL ZUÑIGA HUETE, 1885-1953


Zúñiga Huete y su esposa, Clementina Tellerías.



La soledad del Caudillo.


Este prominente político hondureño, figura sobresaliente del Partido Liberal, nació en la población de San Antonio de Oriente  el 4 de junio de 1885 en el hogar formado por don José Manuel Zúñiga Medal y doña Hortensia Huete.
En San Antonio existía una escuela privada y en ella conoció las primeras letras, pero sus padres deseaban para él una mejor preparación por lo que en 1892 se trasladaron a la capital y en la escuela “Villa de Concepción” de Comayagüela finalizó sus estudios primarios. En 1897 inició sus estudios secundarios en el colegio privado de Monseñor Ernesto Fiallos y en 1900 cambió para continuar su bachillerato en el Instituto Nacional dirigido en aquel entonces por el maestro don Pedro Nufio.
Su temperamento y su pasión política se despertó a muy temprana edad porque apenas contaba con 17 años de edad se alistó en los cuadros de la juventud liberal acompañando al Dr. Juan Ángel Arias que buscaba la Presidencia de la República, dejando inconclusos sus estudios teniendo que emigrar a Guatemala en 1903 cuando fracasó el proyecto político del Dr. Arias frente al general Manuel Bonilla.
En el vecino país concluyó sus estudios secundarios y retornó al país en 1904 activando en los movimientos políticos sin descuidar su preparación intelectual al tomar por equivalencia estudios de Magisterio en la Escuela Normal de Varones del profesor Pedro Nufio.
En 1909 ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad Nacional de Honduras siendo sus compañeros de estudio Antonio R. Reina, Carlos Laínez Espinoza, Constantino Garay, Gregorio Selva, Octavio Milla, Luis Suazo, José María Martínez, Simón Reyes Jácome, José María Matute, Juan Manuel Gálvez, Salatiel Rosales  Manuel Valladares Núñez , Plutarco Muñoz Pineda y  Alfredo Trejo Castillo.
Para 1913 comienza a bregar con energía en la política hondureña adversando al gobierno del Dr. Francisco Bertrand y producto de un artículo publicado en el naciente diario “El Cronista” titulado “Somos ciudadanos o somos esclavos”, se le extrañó del país dirigiéndose a Costa Rica donde terminó sus estudios de Derecho.
En 1918 cuando regresa a Honduras se reencuentra con sus viejos amigos y compañeros, pero el accionar político los empieza a distanciar, las militancias al calor de los enfrentamientos de la campaña de 1919 transforma en algunos de ellos la amistad en enemistad, Zúñiga Huete apoyó las aspiraciones del general Rafael López Gutiérrez y contribuyó con su capacidad y tesón a la victoria de “Pacán” para que llegara al poder en 1920.
Su recia personalidad lo convirtió en un hombre clave en su partido llegando a ocupar los cargos de Ministro de Gobernación y Gobernador y Comandante de Armas de Tegucigalpa, funciones estas últimas que le permitieron actuar en defensa de la capital durante el sitio de 1924 que no logró resistir frente a las fuerzas de la revolución comandada por Carías, Ferrera, Tosta y Martínez Fúnez emigrando después de la derrota a El Salvador.
En 1929 al llegar al poder el Dr. Vicente Mejía Colindres retornó a Honduras y el presidente liberal le nombró encargado de negocios de Honduras en Nicaragua, conociendo en esa época a la bella dama Clementina Tellería Somarriba con quien contrajo nupcias en la ciudad de Managua.
En 1931 la convención liberal lo proclamó candidato presidencial para suceder al Dr. Mejía Colindres enfrentándolo a la fórmula Carías-Williams del Partido Nacional. Antes del proceso y mientras se desempeñaba en la Comandancia de Armas de Tegucigalpa se produjo un movimiento armado que se conoció como “La noche de las traiciones” y al estar involucrado en el mismo fue extrañado nuevamente del país en 1932 después de conocerse la victoria comicial del general Carías. Zúñiga Huete viajó a México y mantuvo en el exilio el liderazgo liberal durante los 16 años del gobierno del presidente Carías hasta 1948 cuando el liberalismo lo vuelve a postular como su candidato presidencial frente a su viejo amigo y compañero Juan Manuel Gálvez.
En septiembre de 1948, Zúñiga Huete y su partido deciden abstenerse de ir a los comicios señalados para el 7 de octubre de ese año y por los ataques contra Carías y Gálvez prefirió antes de ser apresado por sus ideas asilarse en la Legación de Cuba y salir de nuevo a México donde residía su familia. José Ángel Zúñiga Huete, “El León del Liberalismo” fue además de un recio político, un brillante escritor, investigó la vida política del General Morazán que editó en la ciudad de México en 1947 y tomó la decisión de vivir fuera de su patria mientras gobernaran sus adversarios. Así en el mes de abril de 1953, víctima de problemas cardíacos a la edad de 67 años su cansado corazón después de 50 años de arduas luchas se paró para siempre en la tierra azteca que le brindó su generosa hospitalidad. En la galería de los grandes conductores del liberalismo hondureño, el nombre de José Ángel Zúñiga Huete figura con iguales brillos que Céleo Arias, Policarpo Bonilla, José Ramón Villeda Morales y Modesto Rodas.

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