domingo, 22 de septiembre de 2013

Dr. ANTONIO ABAD RAMIREZ FONTECHA, 1855-1927







Nació este hombre sabio, en Cádiz, España, el 20 de enero de 1855.Fueron sus padres, Manuel Ramírez y doña María Narcisa Fernández Fontecha.  Después de graduarse de Bachiller, en 1874 y de Périto Químico, en 1876, alcanzó el grado de Doctor en Framacia, en 1878. El 7 de octubre de 1881, fue celebrada una contrata entre el Lic. Carlos Gutiérrez, en representación del gobierno de Honduras y el propio Ramírez Fontecha, sobre servicios que debía prestar Ramírez Fontecha a nuestro país. El propio 26 de octubre del año citado, se embarcó el Dr. Fontecha con dos profesores más: José Ruíz Castizo y Ariza y Santiago Guerrero López. Llegaron a Amapala y luego a Tegucigalpa, el mismo 14 de diciembre de 1881. Por motivos de enfermedad José Ruíz, se regresó a España, mientras que Fonrtecha y Guerrero López, comenzon a trabajar el 4 de febrero de 1882. Ramírez Fontecha como Profesor de la Facultad de Medicina y Cirugía y como Director del Colegio Nacional. El segundo, Guerrero López, lo hizo como Catedrático de Derecho Romano de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas, en la Universidad Central, y como profesor de Retórica y Poética del Colegio Nacional.
El 5 de enero de 1888, el Dr. Fontecha, fue nombrado Rector de la Universidad Nacional, en vista de la renuncia hecha por don Trinidad Ferrari. Otro cargo importante que recibió el Dr. Ramírez Fontecha, ese año de 1888, fue precisamente el de Director de la Academía Cintífica Literaria de Honduras, el 8 de abril. Esta organización, actuó como correspondiente a la Real Academia de la Lengua Española y tuvo en su seno, los mejores pensadores de aquella época formativa de la cultura hondureña.
El 21  de mayo de 1889, Ramírez Fontecha partió a Europa con la misión de contratar personal especializado  para laborar en la Universidad y en el Instituto Nacional. El 31 de enero de 1927, entregó su alma en Guatemala, país en que residía después de abandonar el suelo patrio, que quiso como suyo y trabajó largas jornadas para verlo progresar.

14 comentarios:

  1. Como descendiente de el, le agradezco inmensamente por este aporte histórico. Muy poca información acerca de el he logrado recavar en internet (además de escasas imágenes suyas). Gracias nuevamente.

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  2. Yo tambien soy descendiente de el, era mi Bisabuelo. Muy agradecida por su informacion.

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  3. Este señor es también ancestro mío (mi abuela era Fontecha Guerrero, de Tegucigalpa y Guatemala). Saludos, “primos”!

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  4. Justamente he escuchado muchas veces en mi vida acerca del apellido Guerrero relacionado a los Fontecha y descendientes a mi abuela. ¡Igualmente saludos cordiales!

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  5. Hola primos!!! Yo también soy descendiente y conservo el apellido. Soy nieta de su hijo Ángel Fontecha. Y me encanta ver su aporte a la sociedad en internet. Es una firma de perpetuar su memoria y nuestros orígenes en el continente americano. Saludos

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    1. Ah vaya! Ángel Fontecha fue tio abuelo mio. Fué hermano directo de mi abuela y muy cercano en vida a la familia. Un gusto Michelle.

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    2. Quien es tu abuela?, Ël era mi tatarabuelo, mi abuelo era Don Fernando Fontecha Molina,Hijo de don Alfonso Fontecha

      un abrazo.

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  6. Hola, yo soy de Guatemala y conozco el lugar en donde esta enterrado su antepasado, nosotros hacemos Necroturismo y andaba investigando sobre la biografia de este gran personaje para darla a conocer, me tienen a sus ordenes si en algo les puedo ayudar, saludos.

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  7. CUAL PAJA YO SOY RICARDO ABAD FONTECHA LOZANO MAYOR DESCENDIENTE

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  8. Alguien sabe el parentesco de la señora Maria Luisa Fontecha con el?

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    1. Buenas tardes, segun tengo entendido Doña Maria Luisa Fontecha viuda de Guerrero era hija del Dr Antonio Ramirez Fontecha, al igual que Doña Carmen Fontecha viuda de Izaguirre y Doña Maria de los Angeles Fontecha de Smart

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  9. Ella era sobrina del Sr. Ángel Maria Fontecha Marroquin, hijo a su vez del Sr. Antonio Abad Fontecha.

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  10. Nunca conoceré más descendientes directos suyos, e igualmente ya no pretendo tampoco desear conocer a estas alturas de la vida a los que se que aún viven o están cercanos incluso.

    Las distancias del tiempo y los casi disueltos lazos de familia y de parientes que dejan esta vida, demuestran únicamente que la cercanía o lejanía no son siempre una ilusión, invento o excusa, sino una fría e innombrable realidad; Desinterés de ambas partes y a la vez de todas las direcciones.

    Y aunque nunca estuve invitado o se me permitió estar en sus vidas ni en sus muertes, por años no me ha dejado de dar pesar las tantas veces que he estado invisible ante ellos y a todos aquellos cercanos provenientes de sus mismos linajes; Por el hecho simple y mundano de que ya no compartimos ni por cerca siquiera los apellidos. Unas ramas crecen, algunas son cortadas y otras desaparecen o nunca quisieron ser vistas por nadie. No hay familia perfecta o simplemente, no hay familia.

    Es inevitable y natural supongo, así como los mares que se vuelven desiertos con el tiempo y que dejan ecos de leyendas de los que estuvieron alrededor.

    Quedan solamente sus recuerdos e historias, a veces contadas inclusas por otros, como ha sido el caso de haber descubierto este cálido blog de historia hace tantos años.

    Siempre guardaré fascinación y deseos de haber conocido incluso más atrás y más allá del tiempo historias del linaje del tatarabuelo y sus propios padres. No por interés de grandezas y logros, ya que eso vanidad es, sino con el afan de conocer las raices mismas y la sangre que cargo en mi ser. Raices mismas que por desgracia o bendición me hacen rondar la tierra en esta larga y paciente espera hacía el descanso final.

    Apasionado únicamente de esta gente del pasado, con el afán único de intentar conservar lo poco que sé, conocer quienes eran, que hacían y como se cerró la tapa de sus libros y contarlo todo hasta donde se me permita, a mis prontas generaciones y anhelar que aunque nunca conozcan a su misma sangre diluida en su propio tiempo presente o futuro al menos ruego que ellas no olviden sus raices, aprendan de los errores de todos los que vivimos en su interior y escriban su propia historia.

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